domingo, 3 de junio de 2007

Quédate con la gente

El amigo Carlos me mandó este correo electrónico tan gracioso hace poco. Carlos trabaja en una gran empresa (mundial, no es coña) y parece ser que circula por el correo interno.

20 Maneras de Mantener un Saludable Nivel de Locura

1. A la hora de comer, siéntate dentro del coche aparcado, con unas gafas de sol puestas y apunta con un secador de pelo a los coches que pasen. Observa si reducen la marcha.

2. Pregunta por ti en el intercomunicador. No disimules la voz.

3. Cada vez que alguien te pida que hagas algo, pregunta si lo quiere con papas fritas.

4. Pon la papelera sobre la mesa y ponle una etiqueta que diga "Entrada."

5. Pon descafeinado en la cafetera durante 3 semanas. Una vez que todos hayan superado su adicción a la cafeína, cámbialo a Espresso.

6. En el campo dedicado al asunto en tus cheques, escribe "Para favores sexuales".

7. Termina todas tus frases con "De acuerdo con la Profecía."

8. No uses puntuación

9. Tan a menudo como sea posible, da saltitos en vez de caminar.

10. Pregúntale a la gente de qué sexo son. Ríe histericamente cuando respondan.

11. Especifica que tu pedido en el MacAuto es "Para llevar."

12. Canta en la Ópera por tu cuenta.

13. Ve a un recital de poesía y pregunta por qué los poemas no riman.

14. Pon una red anti mosquitos alrededor de tu área de trabajo y pon de fondo sonidos tropicales durante todo el día.

15. Con cinco días de adelanto, dile a tus amigos que no puedes ir a su fiesta porque no te apetece.

16. Haz que tus compañeros de trabajo se dirijan a tí por tu nombre de Lucha, Piedradura.

17. Cuando el cajero automático te dé el dinero, grita "¡Gané! ¡Gané!"

18. Cuando salgas del Zoológico, empieza a correr hacia los aparcamientos gritando "Corran por sus vidas, ¡se han soltado!"

19. Dile a tus hijos en la cena: "Debido a la economia, vamos a tener que dejar marchar a uno de ustedes."

Y la última manera de mantener un saludable nivel de locura...

20. Copia este mensaje y envíaselo a alguien para hacerle reír, se llama terapia.

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